domingo, 26 de diciembre de 2010

2010 Ilo y sus playas

Ilo es una ciudad del suroeste del Perú, capital de la provincia de Ilo (Departamento de Moquegua), situada a orillas del Océano Pacífico al sur de la desembocadura del río Osmore y al norte de Punta Coles.

Se caracteriza por sus hermosas playas que son diariamente concurridas por turistas que vienen de diferentes ciudades, la más conocida y más concurrida en temporada de verano es la playa Pozo de Lizas. Entre las playas más conocidas tenemos:


Las Tres Hermanas,

Media Luna,
Gentilar,
Tronco de Oro,
Platanal
Puerto Ingles
Pozo de Lisas
Piedras negras

miércoles, 15 de diciembre de 2010

lunes, 6 de diciembre de 2010

lunes, 25 de octubre de 2010

Acuerdo Apega-Agar: el milagro gastronómico de la asociatividad

Tal vez no lo sepa el ciudadano de a pie, pero lograr esa cohesión, ese sentido de unidad, esa generosa colaboración, ese intercambio inteligente, esa sinergia que tiene el sector gastronómico en el Perú es un milagro que, así no más, no se repite en las demás esferas de la vida nacional. Por eso, no se enfatizará demasiado que la Sociedad Peruana de Gastronomía (Apega) haya anunciado la firma este miércoles de un convenio de colaboración con la Asociación Gastronómica de Arequipa (Agar) para apoyar, entre otras actividades, la realización del IV Festival de Sabores de Arequipa 2010 (Festisabores). La noticia ofrece varias razones para el análisis y el aplauso.

Es poco común, en un territorio tan competitivo como el de las cocinas, que sus protagonistas convengan en deponer el personalismo que acompaña por lo general a los artistas de ésta y otras disciplinas. Más aún si han transitado un trecho o un largo camino en solitario, con emprendimientos que demandan arrojo y perseverancia hasta ver los frutos. Es precisamente lo que, hasta este momento, había sucedido tanto con Apega como con Agar, cada cual en su respectivo ámbito de influencia: Lima, sobre todo, y Arequipa.

Bajo el sabio impulso de Gastón Acurio, otros chefs, gastrónomos, líderes de opinión y comunicadores, Apega se encargó de plasmar lo que ya flotaba en el aire como una convicción colectiva: sólo juntos lograrían consolidar el despegue definitivo del naciente “boom” gastronómico peruano. Al alimón, en tándem, en pared como en una jugosa pichanguita, se forjaría la verdadera solidez del sector culinario para darle la cara al mundo. La prueba de fuego de esa premisa fue el primer Mistura, el 2008, que con todo sus bemoles certificó el enorme potencial que podía nacer de esa unidad, de esa conjunción. El pueblo unido jamás será vencido en una versión sabrosa, divertida y fecunda.

Pero Lima no es el Perú, sobre todo ahora que el Perú se ha trasladado a Lima, la ha tomado por asalto y todo el país deviene en mestizo, de todas las sangres, arequipeña también, por cierto, como aconteció con la familia de Esly Salinas cuando llegó hace varias décadas para instalar en Lince el Rinconcito Arequipeño que servirá este miércoles de escenario a la consumación de la unidad de las dos instituciones. Sin duda, el chef ha sido gran embajador de su tierra, compartiendo la intensa labor que Agar ha desarrollado en el último lustro, bajo la conducción de Alfonso Eguiguz y un grupo de chefs y restauradores arequipeños o radicados en Arequipa.

No es poca cosa: antes que existiese Mistura, Arequipa ya contaba con su Festisabores, entonces bajo el rótulo de Festiglotón. En ese sentido, los hermanos del sur se sentían en cierto modo inspiradores de toda la ola de festivales gastronómicos que se ha desatado en el país en los últimos cuatro años. Tal vez por ello custodiaban celosos su patrimonio, a salvo de dudosas intenciones ajenas. Pero la pregunta rondaba inevitablemente la buena intención de los comensales: ¿y por qué no sumar esfuerzos con sus pares de Lima, si los propósitos y objetivos son los mismos?

Eso es lo que maravilla y sorprende del sector gastronómico en el Perú. Eso que cae de maduro también en otros ámbitos, pero que suele ser motivo nada más de eternas discusiones inútiles, que no aterrizan por falta de verdadera voluntad y espíritu de desprendimiento. En cambio, no ha pasado un año para que en la gastronomía peruana aquella pregunta al viento se plasme en un acuerdo concreto y promisor de colaboración efectiva. Los cocineros sí que saben darle un ejemplo al país. Ellos sí que tienen claro lo que significa la asociatividad, uno de los conceptos que marcan la diferencia entre un país desarrollado y uno que no lo es. Ésa es la razón, a todas luces, por la que la gastronomía en el Perú es un sector que avanza incontenible, con cinco millones de peruanos relacionados a ella directa o indirectamente en algún punto de su cadena de producción.

Inteligente decisión que se aplaude este acuerdo de colaboración. Muy por encima de las trayectorias particulares, de los trabajos y logros propios, del peso específico de cada institución, del intenso regionalismo que caracteriza al pueblo arequipeño, de la mirada por sobre el hombro que se suele atribuir al limeño, de los objetivos y aspiraciones locales; Apega y Agar han demostrado que es posible colocar en la cima, sobre estas consideraciones y diferencias reales, el gran proyecto gastronómico nacional. Aprendamos todos de ellos.

Fuente:
http://www.layemadelgusto.com/editorial/acuerdo-apega-agar-el-milagro-gastronomico-de-la-asociatividad


lunes, 13 de septiembre de 2010

Mistura 2010

Lo maximo Mistura 2010 para los apasionados de la Gastronomia