
Entre 1972 y 1979 pasó a tener su propio programa, al igual que su producción hermana El Chavo del Ocho y tuvo un capítulo final donde se agradeció a los espectadores. Pero luego continuo como un segmento de la serie Chespirito hasta 1993. Su nombre se refiere a un chapulín (el nombre dado en México a una especie de saltamontes) de color rojo o colorado.